El edificio, de nueva construcción, con 21 habitaciones, restaurante y un acogedor Spa, ha sido decorado pensando en el uso y disfrute de sus huéspedes, consiguiendo una atmósfera tranquila y acogedora.
Todas las habitaciones destacan por su luminosidad y la claridad que proporcionan sus amplios ventanales al campo. Es imposible resistirse a la idea de disfrutar de la caída de la tarde en la terraza del hotel y recibir la noche frente al fuego de la chimenea.
El Restaurante de Los Enebrales ofrece una cocina tradicional elaborada con toques de cocina de autor. Una parada obligada para quienes buscan disfrutar de la buena mesa.
Y, por último, su Spa, que cuenta con una piscina climatizada con cascada para el tratamiento de las cervicales, dos jacuzzis, sauna, sala de masajes y un pequeño gimnasio.