De los 23 molinos de Mota quedan siete, todos con su nombre. El Zurdo es el más importante, mejor restaurado, y con una peculiaridad, sus aspas giran al revés. Todos los domingos, si el viento lo permite, se realiza en ellos la molienda tradicional: ¡no te la pierdas!
Entre casonas, hospitales, y conventos: el escenario ideal para completar tu ruta de la tapa. Si aún no los has visitado, recuerda que El Chuletero, El Sauce, El Fogón de Enrique y el Mesón de Don Quijote participan de esta iniciativa.
La laguna de Manjavacas es la mejor despedida. En ella pasan el invierno los flamencos, las grullas, y otras aves migratorias. Podrás contemplarlas recorriendo su pasarela accesible sobre las aguas del complejo lagunar. Menudos pájaros.