Riberas del río Guadarrama. (A unas 30 millas romanas al norte de la popular Toletum). Siglo IV. Un influyente patricio romano de nombre Materno, directo colaborador y quizás familiar del emperador Teodosio I El Grande, decide realizar importantes reformas en un complejo residencial levantado por sus antepasados a orillas del río Guadarrama. El resultado es una espléndida villa campestre, un edificio palacial, un complejo productivo destinado a la elaboración de aceite y vino, y un mausoleo. La espléndida villa, con un moderno sistema de calefacción y abastecimiento de agua, se adapta a las nuevas modas imperantes en la arquitectura de la élite Tardorromana con nuevos salones y comedores, y suelos cubiertos de unos magníficos mosaicos.

Residencia Palacial.

Carranque. (Toledo). Mañana del 23 de julio de 1983. Una suave brisa refresca las riberas del río Guadarrama en esta localidad toledana de Carranque. El día, como corresponde a la época veraniega, se espera caluroso. Samuel López Iglesias tiene 18 años, es vecino del pueblo y esa mañana, como tantas otras, trabaja en las tierras que su padre tiene alquiladas al ayuntamiento, y en las que cultivan verduras y hortalizas. En una zona de rastrojos, Samuel ve brillar algo en el suelo; se agacha y descubre que el brillo proviene de una pequeña tesela, luego dos, tres… El corazón le da un vuelco: ¡Un fragmento de mosaico! ¡Un mosaico completo¡ El Yacimiento Arqueológico de Carranque acababa de ser descubierto.

Mosaico del dios Océano.

Verano de 2017. Cuando se cumplen 24 años de su descubrimiento, la visita a uno de los conjuntos monumentales más importantes de la Hispania romana se hace casi obligada. Es toda una aventura, un salto en el tiempo que nos sumerge en el mundo romano de los siglos IV y V.

La visita al hoy Parque Arqueológico de Carranque, a apenas cinco kilómetros del pueblo, nos permite descubrir los restos de un grandioso edificio palacial, una villa romana con espectaculares mosaicos, un mausoleo y un complejo productivo destinado a la elaboración de aceite y vino.

Los arquitectos del edificio palacial (de representación del propietario) imitaron el boato propio de la corte imperial romana con una impresionante decoración. Es toda una experiencia pasear entre las espectaculares columnas de mármol (traídas desde las canteras de Afyon, en el interior de Anatolia); estos restos se suman a las más de cuarenta variedades de mármoles que, procedentes de las más importantes canteras del Mediterráneo, fueron llevados hasta este lugar para decorar el edificio.

Casa de Materno.

Desde ese amplio espacio nos trasladamos a la nave en la que se conserva la joya del yacimiento, la conocida como Casa de Materno. Adentrarse por las pasarelas que recorren las antiguas estancias nos permite imaginar la vida acomodada en esta casa señorial que contaba con un espacio ajardinado central, circundado por amplios corredores pavimentados con mosaicos, y al que, como fuente de luz y aire fresco, se abren la mayor parte de las habitaciones de la residencia. Contaba con un moderno sistema de calefacción y agua corriente con el fin de dotar a la villa de todas las comodidades posibles para el disfrute y bienestar de sus moradores.

Sin duda, la contemplación de la espectacular colección de mosaicos, que cubren el suelo de pasillos y veinte de las habitaciones de la Casa de Materno, justifica por sí sola una visita al Parque Arqueológico de Carranque. Merece la pena detenerse en la magnífica representación de la Muerte de Adonis, que cubre el triclinium, espacio reservado para las recepciones públicas, donde se celebraban banquetes; o en la del dios Océano en un ábside del peristilo.

Mausoleo.

Formando parte del complejo residencial se encuentra el torcularium, dependencias para la elaboración de aceite y vino, con espacios para la molienda de la aceituna, el prensado de la pasta de oliva, depósitos para la recogida y decantación del aceite así como zonas de pisa de la uva y depósitos para el almacenaje del mosto. Y entre la villa y el edificio palacial se encuentran los restos del mausoleo, lugar de enterramiento que debía de acoger los restos del propietario y sus familiares.

Es casi obligado pasar por el Centro de Interpretación, donde podremos conocer, a través de un cuidado montaje expositivo con piezas originales halladas en las excavaciones, la vida cotidiana romana de la época y prepararnos para la aventura que nos espera.

Río Guadarrama.

La visita se puede realizar por libre o acompañados de un guía –muy recomendable- y conviene informarse de las interesantes ofertas para familias y centros escolares. Además, y por si todo lo anterior no fuera suficiente, el entorno natural se encuentra bien conservado, con un agradable bosque de ribera junto al río Guadarrama, pinares y choperas que invitan a disfrutar de la naturaleza.

Samuel y Materno quedaron unidos una mañana julio en Carranque ¿se animan a conocer sus secretos? Toda la información en: www.parquearqueologico.org.