Dividida en cinco apartados, "Paisajes y vistas", "Monumentos", "Casas y palacios", "Tipos y poses" y "Vida cotidiana", las fotografías ofrecen una mirada inédita que nos enseña cómo han ido cambiando las estampas de los monumentos, los paisajes y la vida cotidiana de los castellano-manchegos a lo largo de los años.
A través de esta exposición, cuyo título sugiere la relación fotográfica mantenida a lo largo de un siglo entre Castilla-La Mancha y Nueva York, el visitante es capaz de trasladar fugazmente al presente las imágenes que forman parte de nuestro pasado.
En la muestra se recogen imágenes de pueblos y ciudades de las cinco provincias de la región. De Albacete, por ejemplo, están presentes lugares como Alcaraz; de Ciudad Real, Almagro, Manzanares o Granátula de Calatrava; de Cuenca, Huete o Alarcón; de Guadalajara, Cogolludo o Sigüenza, mientras que de Toledo no faltan lugares como Oropesa, Talavera de la Reina o Mora.
Buena parte de las fotografías corresponden a encargos que la Hispanic Society realizó a prestigiosos fotógrafos para documentar todos los aspectos de España, mientras que el resto han sido recogidas gracias a adquisiciones o donaciones. Algunas de estas estampas nacieron vinculadas a un viaje y otras fueron acompañantes de relatos literarios o estudios artísticos o etnográficos.
Así mismo, también cabe destacar el importante papel de las mujeres fotógrafas en esta exposición. Muchas son obras de emprendedoras viajeras estadounidenses como Georgina Goddard King, Anna M. Christian o Alice D. Atkinson. También es notable el testimonio de fotógrafos españoles como Abelardo Linares, Mariano Moreno, Manuel Compañy, Joaquín Arnau y el toledano Casiano Alguacil.
