La Iglesia de San Bartolomé está situada junto a la muralla, se reafirma la penetración del pórtico por estas tierras. Se trata de una galería con capiteles de hojas muy estilizadas, de hecho tan sólo perfiladas, que se corresponden sin duda a la influencia estéticas del Císter.
Sólo la puerta de acceso al templo rompe en parte con esta austeridad a través de los entrelazados de sus arcos y especialmente con la representación de un hombre en lucha con sepientes, símbolo del mal y del pecaso, que aparece en un capitel.
De la iglesia original sólo subsiste, aparte de los elementos citados, el ábside de planta cuadrada y la espadaña, ambos muy remodelados.
En su interior alberga el Museo de Arte Religioso y Paleontológico que ofrece un gran repertorio de obras de arte religioso y una de las mejores y más importantes colecciones paleontológicas de Europa, con un extenso muestrario de fósiles, materiales paleontológicos y arqueológicos.