Un pequeño arco romano nos sitúa en la plaza apenas llegar. La plaza de Villel está dedicada al doctor don Pedro Gómez Fernández, un médico de Madrid que ha sido para muchos de sus vecinos algo así cormo el padre del pueblo. La plaza es, además, parque y jardín; pues, en todo tiempo, y más todavía cuando se deja sentir la primavera, se convierte en un vergel envidiable. Al lado del arco crecen en permanente actitud de desmayo los sauces, alternando con los abetos, el boj y los rosales.
En medio de una leve pasarela se luce bajo los sauces una bonita fuente o surtidor en forma de tarta nupcial. De cara a la plaza y en lugar preferente, se levanta sobre su columna de granito pulido el busto que el pueblo dedicó en su día al galeno benefactor don Pedro Gómez. Al otro lado de la carretera las huertas que riegan, cada uno en su parcela correspondiente, los ríos Pequeño y Cavero.
El río Pequeño tiene su nacimiento allí mismo, bajo una peña que en el pueblo conocen por la Fuente de la Tosca. El Cavero, en cambio, o río Grande, es en realidad el mismo Mesa. Uno y otro juntan sus aguas poco más abajo en una misma corriente...